LITERATURA Y CINE: La Virgen De Los Sicarios

LA VIRGEN DE LOS SICARIOS: FERNANDO VALLEJO / BARBET SCHROEDER

COMENTARIOS Y ANÁLISIS

Por: Claudia Monroy G.*

Sátira y odio es lo que se aprecia en el libro del escritor y protagonista de la historia, Fernando Vallejo. Argumento que se tergiversa, se transforma en la transposición o ¿Adaptación?, que en cuestiones de imágenes, reduce a dos horas, la lectura de ciento veintiún páginas  para convertirse, en un recorrido amoroso de dos hombres, por las calles de la peligrosa Medellín.

Es difícil la tarea de representar en imágenes, lo que un escritor ha expresado previamente con palabras y en el caso de éste libro, una confesión o simplemente una opinión personal acerca de lo que es, la situación social del país;  Y que al mismo tiempo es recreada por todos y cada uno de los personajes que pueblan en la obra. Es así, como las consecuencias de la mala administración de un gobierno, es el desencadenante de otros problemas aún mas graves (como la pobreza), reflejándose en la atmosfera desesperanzadora y en el ambiente que se percibe a lo largo de todo el libro, como en la película, en la que los protagonistas ponen en riesgo a diario una vida que de por sí,  como ellos lo afirman, no les pertenece.

En cuestiones de adaptación o transposición, lo que se devela aquí, más en la obra que en la producción fílmica, es la vida de un personaje y escritor que revela su gran sentido crítico ante su condición de ateo, misántropo y elitista...Que en cuestiones narrativas, se percibe reiteradamente en reproches e insultos a la humanidad.

A medida que se avanza con la lectura, se puede dar cuenta que, el escritor a su manera coloquial y criolla, respetando su ilustre aprecio al idioma, deja entrever un carácter sicológico bastante fuerte, casi en el mismo tono que utiliza  Juan Pablo Castel en  El Túnel, personaje solitario, obsesivo y existencial, quien confiesa además de su crimen, su odio irreductible -cito textualmente- hacia los demás, y el incomprensible desprecio por lo humano.

Volviendo un poco a la Virgen de los sicarios, habría que decir también que en cuanto a la película, la polémica que causó está muy lejos de ser la misma que se podría llevar un lector ante la lectura impresa. Pues es aquí precisamente, donde Vallejo se desprende de todo tipo de censura para decir sin ninguna clase de rodeos, que cualquier mal acto de comportamiento, tiene bien sea, o una explicación sicológica o hereditaria (más por costumbre), y hago énfasis en el capítulo en el que hace alusión a los señores taxistas, pues según él no es gratuito que parte de la gran matanza -que por el país se andaba acaeciendo-fuera culpa de ellos por escuchar la dichosa gota fría…

Barbet Schroeder, el cineasta francés que se atrevió a hacerle una versión fílmica a esta producción literaria, no fue tan lejos de la realidad ficcional que  tenía Vallejo. Pues –por fortuna!- redujo páginas de sangre, de balas y de cadáveres, a dos horas en el que la imagen de Colombia, tuvo un moderado tratamiento. Tratamiento que el mismo Germán Santamaría, periodista y escritor, en un principio, no estuvo de acuerdo.

… De este modo, es como adaptación y transposición de esta novela tan contemporánea del siglo xx, juega en ambas producciones un papel de suma importancia, ya que a un modo personal y casi que empírico, podría afirmar que, el trabajo de esta producción literaria, en el séptimo arte, podría tomarse como una adaptación, al omitir detalles escabrosos y en su lugar, resaltar el romance del que ciertamente viven dos y hasta tres personajes, en el que la violencia es participe también desde un telón de fondo, siendo propiamente más desde la literatura, el romance como excusa para mostrar las consecuencias de la mala administración política del país.

No siendo más, les queda la invitación abierta para que se gocen esta interesante producción para que se lleven su propia imagen, que además, nos da como puerta de entrada, dos maneras de llegar a ella.


* Docente de Lengua Castellana